Adoro recorrer el camino que llega hasta tu puerta,
esperar después de sonar la campana 
y escuchar tus pasos acercarse.

Adoro verte sonreir allí de pie,
abrazarte, besarte, sentir tu aroma,
ver que que tus ojos brillan
y sentir que tu piel reclama mis caricias.

Adoro cada segundo a tu lado, 
anhelo el futuro que prometen tus besos
y la eternidad escondida en tus caderas...

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